lunes, 11 de julio de 2011

No importan los días, tú nunca te vas de mi memoria.

Parece que fue ayer mismo cuando tú empezaste a hacerte notar en mi vida, y mirando hacia atrás me doy cuenta de que ya hace un año de eso. Cuando estábamos aquella noche en esa habitación y tú te tumbabas a mi lado y yo que no me daba cuenta pasaba de ti y me ponía a dormir. Ahora pensando todo eso me da vergüenza de lo que hacíamos y sin darnos cuenta íbamos dando un pasito mas, tú por ejemplo dabas un pasito más en mi corazón. Hasta que en un mes de noviembre ocupaste mi corazón entero. No se si fue por miedo, rencor, orgullo o que simplemente te fuiste con otra chica, que mira por donde va a ser eso ultimo lo que me hizo aquel día de diciembre a estar con otro chico que hubiese preferido que fueras tú. Creo que aquella tarde el valiente tuviste que ser tú y si no te gustaba lo que iba a hacer me lo podrías haber dicho si yo por ti lo dejo todo. Luego vinieron épocas de mucho tonteo en las que me tenias como una marioneta me movías como querías, muchas veces me dejabas caer y me pisabas pero yo soy lo suficientemente orgullosa y fuerte como para seguir adelante aunque sin ti me costaba. Pasó el tiempo unas fiestas, un concierto, una canción, un baile, aquel baile. Aquel baile fue el punto final a nuestra relación, por lo menos fue divertida nuestra despedida. Aunque él siempre está presente, aquel privado que lo jodió todo durante dos días, el orgullo que me tuve que tragar por ti para pedirte perdón y que todo vuelva a la normalidad. Bueno normalidad entre comillas porque tú y yo nunca podremos ser normales siempre habrá un algo entre nosotros inexplicable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario